Tengo en la memoria un bello recuerdo de nuestro memorable encuentro en tu hermosa casa en Aguascalientes –me entristece, no haber sido parte más presente de tu historia; sólo se que, eventos nacionales que coincidieron con tu niñez y juventud, y templaron la reciedumbre de tu carácter, como fue la Revolución Mexicana de 1910, la promulgación de la Constitución Mexicana de 1917, el Movimiento Cristero a finales de 1930, y de mayor relevancia personal el nacimiento y formación de una nueva Familia, la tuya–. Fue una tarde calida, del mes de julio, entraba el sol directo hacia tu cuarto, estabas ahí, sentado en tu cama, dentro de él había entre otras cosas: un tocador, algunas lociones y un “servibar”, que utilizabas para guardar tus “refrescos” preferidos. Fue muy significativo, que me hayas brindado uno de estos, fríos y espumeantes. Tenía como trece años –si mal no recuerdo– cuando probé de tu ofrenda aquella cerveza, que más que ello, fue para mí un acto de amistad, de amor, tan es así que esa ocasión sigue grabada en mis mejores recuerdos. Todo se me hace presente hoy, junto con el placer que sentías al tocar violín, guitarra y mandolín, ahora en TU CENTENARIO, te digo, que eres un gran orgullo para la familia Díaz Cham y estoy seguro, para mi padre, tu hijo, José de Jesús Díaz López, que en paz descanse.
FELICIDADES ABUELO, PAPÁ FÉLIX.
Leonardo Díaz Cham
Mexicali, Baja California
13 de junio de 2008
1 comentario:
te voy a mandar una foto del Abuelo para que la pongas
Publicar un comentario