domingo, 1 de junio de 2008

El Humo del mal

Ojala que nuestro escritor Catón tenga razón, porque los que fumamos sabemos el daño que ese vicio hace a la humanidad.
"Todavía quedan algunos fumadores -por fortuna son cada vez más pocos- que exigen, a veces con altanería, que se respete su libertad de fumar, aunque con eso pongan en riesgo su salud, y aun su vida. Sucede, sin embargo, que la gran mayoría de quienes fuman adquirieron ese pernicioso vicio cuando eran aún menores de edad, y no podían por lo tanto decidir conscientemente, ni estaban en aptitud de ejercer su libertad en forma responsable. Por eso ahora las compañías tabacaleras, con actitud verdaderamente criminal, enderezan las baterías de su propaganda hacia el sector más joven de la población. Alguna vez los dueños de esas empresas deberán pedir perdón por todas las muertes que causaron, y por los males sociales de todo orden que provocaron con su inmoral comercio. Triste cosa es ganar dinero a costa del sufrimiento ajeno. Los fabricantes de cigarrillos no dudan en seguir poniendo en el mercado su letal producto con tal de percibir ganancias. El día de hoy muchos fumadores decidirán liberarse para siempre de la esclavitud a que los somete un pequeño cilindro de papel relleno con la picadura de una nociva hierba. El mundo se va librando poco a poco de ese mal, el tabaquismo, y no pasarán muchos años sin que el hábito de fumar sea visto como una risible y tonta costumbre del pasado..."
Catón.

1 comentario:

Alex DC dijo...

Carnal, por el núcleo familiar puedes iniciar. Qué tamaños de los que legislan para pasar esta ley, pero por qué no aplicarla en casa?