viernes, 8 de agosto de 2008

SECUESTRO


A plena luz del día, una mujer se disponía a trabajar en el centro de la ciudad, era una mujer hermosa, de tobillos delgados, piernas largas y suaves, se movía de un lado a otro llamando la atención de propios y extraños, mecía entre sus manos a un producto de su propia cosecha. Visitaba a una comadre en aquélla zona, la cual se encuentra llena de tugurios mal olientes y llenos de putas. Eran horas tempranas. Unos sujetos se avalanzaron contra ella y no se supo más de ella...

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